Un material cerámico denominado Separion desarrollado por Degussa AG puede suponer un importante avance en el desarrollo de las próximas baterías que monten los coches híbridos.
Es un compuesto fabricado mediante nanotecnología que, con espesores mínimos (del orden de unas decenas de micrones), puede actuar como separador de iones en las baterías de ión-litio.
Su escaso grosor permite la fabricación de baterías mucho más pequeñas sin renunciar a capacidad de carga. No sé hasta que punto esta tecnología servirá para los teléfonos móviles, lectores MP3 y demás dispositivos electrónicos portátiles, pero donde puede suponer una auténtica revolución es en los coches híbridos y eléctricos.
Manteniendo las prestaciones, una batería con Separion pesará 2,5 kilos, frente a los casi 20 que pesa una batería actual de la misma capacidad. Esto permitiría hablar de coches con una autonomía exclusivamente eléctrica cercana a los 300 kilómetros.
Tal vez con esta tecnología el Tesla Roadster pueda, por fin, rodar sin contratiempos por las carreteras del mundo. De momento, el único coche que las emplea es un prototipo de competición del Lotus Exige.
Fuente: MotorFull