En mi opinión pagar el sobrecoste de un coche nuevo antes que una alternativa de ocasión(siempre que esté bien mantenida) no merece la pena.
Comprar un coche nuevo mola,el olor a concesionario se impregna en la pituitaria y te provoca una sonrisa,además de la garantía y el poder configurarlo a tu gusto pero prefiero un vehículo de segunda mano y ahorrarme ese dinero para poder invertirlo en neumáticos,seguros,modificaciones etc etc.