Cae tan mal, por la sencilla razón de que es un creído, prepotente, que se cree san Dios, un bocazas, no tiene respecto a sus compañeros de oficio, ni a sus propios mecánicos, ni a su marca ni a nada en la vida.
Se cree Dios todo poderoso, y por supuesto cuando gana, gana él, y si pierde pierde porque los mecánicos tardan en cambiar las ruedas, o le ponen demasiado combustible, o se han equivocado de estrategia, o mil historias más...
Qué personaje más impresentable...