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Cómo poner las cadenas en el coche...


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Ahora que el invierno ha llegado de golpe, la nieve cae por algunos lugares de España y recordando la cantidad de gente que quedó atrapada el año pasado en las carreteras, no está de más darle un repaso, aunque sepas ponerlas. El saber no ocupa lugar.

 

Aquí os dejo a continuación un artículo de Autopista en el que dice cómo hacerlo y por si fuese poco aquí tenéis un vídeo en el cual viene explicado estupéndamente! :bien: VÍDEO!!!

 

 

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En la última gran nevada, cientos de conductores se quedaron atrapados en las carreteras. Muchos no llevaban cadenas y los pocos que sí las llevaban no sabían cómo ponerlas.

El propio director de Tráfico, Pere Navarro, reconoce que “poner cadenas a temperaturas bajas, helado y en determinadas circunstancias cuesta mucho, no es tan sencillo”.

 

Por eso, te vamos a dar un cursillo acelerado de cómo instalarlas, cuál debes comprar y cómo debes mantenerlas. Como una imagen vale más que mil palabras, no te pierdas el vídeo que te ofrecemos junto a estas líneas. Te contamos paso a paso cómo actuar.

  • ¿Cómo poner las cadenas?

 

au_r.gifGuía rápida para aprender a usar las cadenas

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- Practica en casa para aprender a montarlas rápidamente.

 

- Lleva siempre unos guantes fuertes para evitar que las manos se te enfríen demasiado.

 

- Hay que utilizarlas cuando la nieve se acumule.

 

- Deben colocarse siempre en las ruedas motrices. Los vehículos con tracción total las llevarán en el eje delantero.

- Si hay poca nieve, es mejor marchar por las zonas menos transitadas de la calzada: allí, las cadenas agarrarán mejor. Cuando haya más, circularemos siguiendo las marcas de otros vehículos.

 

- La velocidad máxima a la que se puede transitar con las cadenas es de 50 km/h.

 

- Se desmontarán cuando desaparezca la nieve. Después de su uso, éstas deben lavarse con agua caliente y secarse, para evitar que se oxiden.

Recuerda que las cadenas son la única solución que nos garantiza la movilidad sobre la nieve. Los “sprays” que se pulverizan sobre los neumáticos –la llamada cadena líquida- sólo proporcionan una adherencia pasajera y, aunque pueden ser útiles en una situación de emergencia. Además, su uso no está permitido en carretera abierta.

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au_r.gif¿Qué cadenas comprar?

 

Existen varios tipos de cadenas y su precio puede oscilar entre los 20 y los 300 euros. Las más sencillas son las que no llevan tensores, pero merece la pena hacernos con unas que dispongan de este dispositivo: no son mucho más caras y nos evitarán tener que parar para tensarlas cuando comencemos a rodar con ellas. Además, se mantienen centradas y reducen las vibraciones.

 

 

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Las que cuentan con un dibujo en forma de rombo ofrecen un “extra” de seguridad, ya que el neumático siempre encuentra eslabones sobre los que pisar. Algunas de ellas tienen anillos rompehielos en la zona central. Son más caras, pero también resultan más indicadas para un uso intensivo.

Entre los dispositivos más modernos se encuentran los denominados Spikes Spider y Centrax. Ambos son parecidos: un armazón fabricado con materiales resistentes se extiende a lo largo de la banda de rodadura. La principal diferencia entre ambos modelos es que el primero necesita instalación previa, mientras que el segundo, no. Ambos dan un excelente resultado, aunque son voluminosos y ocupan mucho espacio en el maletero. Su precio ronda los 300 euros, dependiendo del tamaño del neumático.

A la hora de comprarlas, fíjate en las medidas de los neumáticos para comprar una cadena que sea compatible con ellos. Ya sabes que este dato aparece escrito en los laterales de las ruedas. También estará en tu manual de instrucciones. Generalmente, en las cajas de las cadenas aparece un listado de medidas para las que son útiles.

 

 

En general, un buen consejo a la hora de comprarlas es evaluar el empleo que les vamos a dar. Si vamos a utilizarlas a diario, por ejemplo para trabajar, es mejor optar por unas de buena calidad, aunque sean más caras. En cambio, para sacarnos de un apuro puede servir casi cualquier cadena.

 

au_r.gifCadenas de tela

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Acaban de llegar al mercado español las llamadas cadenas de tela. Las produce la empresa noruega AutoSock y son una simple funda que, con un elástico, se ajusta al neumático en cuestión de segundos. El tejido que las compone no resbala sobre la nieve o el hielo y sus creadores aseguran que son tan eficaces como las tradicionales. Además, se centran solas sobre la rueda, no pesan, se pueden lavar y se guardan en cualquier sitio.

 

 

Actualmente cuestan entre 90 y 100 euros, un precio que puede parecer alto si no vamos a utilizarlas mucho. Pero los conductores poco duchos a la hora de poner las cadenas se olvidarán del precio apenas vean lo fácil que es colocar este “invento” noruego.

 

 

Las cadenas de tela se venden en cuatro medidas diferentes: 54, 58, 62 y 66. Es conveniente saberlo, porque esta numeración no coincide con las numeraciones típicas de los fabricantes de cadenas de metal. Al comprarlas, fíjate en las instrucciones que van impresas en la bolsa. En ellas podrás averiguar qué talla es la que necesita tu coche. Por lo que hemos podido saber, sólo los todo terrenos muy ligeros, como el Suzuki Jimny pueden llevarlas. El fabricante no recomienda ningún otro 4x4 en la lista de modelos que pueden montarlas.

 

 

 

  • Circular con cadenas

Cuando circulemos con cadenas procuraremos aumentar la distancia de seguridad y no superaremos una velocidad de 40 km/h, pues si necesitamos detenernos, se aumentará la distancia de frenado.

Una vez recorridos los primeros metros es conveniente tensar de nuevo la cadena, ya que con el movimiento han podido perder algo de tensión. Cuando no sea necesario su uso, procederemos a desmontarlas, pues su inadecuada utilización degrada el pavimento e incomoda la conducción, pues producen ruido y vibraciones.

 

 

Para arrancar utilizaremos las mismas pautas indicadas para el hielo, es decir, en segunda velocidad y procuraremos insertar las marchas más largas que nos permita el motor. Para descender un puerto o una pendiente pronunciada procuraremos ayudarnos del freno motor utilizando marchas cortas.

 

 

La ley obliga a situar cadenas u otros dispositivos antideslizantes autorizados sobre, al menos, una rueda motriz de cada lado del vehículo o bien utilizar neumáticos especiales (de contacto o clavos).

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  • Neumáticos de contacto

Se denominan neumáticos de invierno o de contacto y son poco conocidos en nuestro país, pero constituyen una opción muy interesante para el público que vive en zonas de montaña o en latitudes en las que la nieve está presente durante muchos meses del año.

 

Su utilización de forma permanente durante la temporada invernal nos evitará tener que montar las cadenas a diario, con el engorro y la dificultad que conlleva esta operación.

 

Existe aún otra alternativa más radical, los neumáticos con clavos, muy efectivos sobre hielo, pero en algunos países no está permitida su utilización, pues degradan el pavimento.

 

El principal problema que reviste la utilización de este tipo de neumáticos en España es “convencer” a las autoridades responsables de la circulación de su eficacia y funcionamiento en nieve, pues en muchos casos nos encontraremos con la negativa por respuesta y la exigencia de montar cadenas para poder continuar nuestro viaje.

 

En la actualidad, la mayoría de los fabricantes de ruedas ofrecen este tipo de neumáticos en un amplio surtido de medidas de llanta y anchura y con códigos de velocidad que llegan hasta 240 km/h, lo que permite su instalación en la mayoría de los vehículos disponibles en el mercado.

 

Recuerda que una carretera helada es el doble de deslizante que una carretera nevada; 4 veces más deslizante que una carretera mojada o cubierta de nieve fundida; 8 veces más deslizante que una carretera seca...

 

 

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Su precio es superior a los convencionales, pero la comodidad y seguridad que ofrecen merecen la pena.

 

Su funcionamiento es muy sencillo y se basa en unas laminillas realizadas en un material con diferentes compuestos de sílice que se mantienen muy flexibles a temperaturas muy bajas. Debido al efecto de giro de la rueda funcionan como pequeñas cuñas que se clavan en la nieve y su diferente disposición permite tracción y adherencia en frenadas o en giros. Uno de los inconvenientes que podemos encontrar en este tipo de neumáticos es que su desgaste es mayor que los convencionales y su eficacia varía mucho con la profundidad del dibujo, por lo que resulta imprescindible cambiarlos cuando presentan acanaladuras inferiores a los 4 milímetros.

 

Si te decides a utilizar neumáticos de nieve podrás olvidarte de las cadenas en un 99 por ciento de los casos.

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  • El peligro del hielo...

Una de las situaciones más peligrosas y difíciles de resolver en la conducción se produce cuando nos encontramos con una placa de hielo sobre la carretera. Son muy difíciles de detectar, pues nos acechan de forma repentina a la salida de una curva o tras un cambio de rasante, habitualmente en zonas sombrías y no siempre en zonas de montaña. Las heladas suelen producirse a última hora de la noche y a primera hora de la mañana.

 

Es importante tomar precauciones en esta época del año ante estas situaciones tan peligrosas. Actualmente muchos de los modelos de coches de gama media disponen de avisadores de temperatura inferior a los dos grados positivos para alertarnos del peligro de posibles placas de hielo en la carretera, pero esto no es suficiente, tenemos que estar preparados para una actuación inmediata en caso de encontrarnos con el pavimento helado.

 

 

au_r.gifActúa ante una placa de hielo

Lo primero que tenemos que hacer es reducir la velocidad y mantener una distancia de seguridad suplementaria con el vehículo que nos precede para disponer de más espacio en caso de apuro.

 

Como medida de precaución procuraremos no ceñirnos demasiado al interior de las curvas, pues es en estas zonas donde se suele situar una mayor concentración de hielo, ya que no hay rodadas de otros vehículos y suelen estar al resguardo del sol.

 

 

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Si nos encontramos repentinamente con una placa de hielo tenemos que actuar con rapidez, pero con mucha serenidad. Lo más importante es no frenar bruscamente ni provocar violentos movimientos del volante, pues la notable diferencia de adherencia puede provocar un patinazo. Es importante marcar la trayectoria de forma muy suave y limpia, ayudando a salir de la curva abriendo ligeramente la trazada hacia el exterior, de forma natural.

 

Procuraremos llevar engranadas las marchas largas que permitan circular entre 1.500 y 2.500 rpm para que los movimientos se transmitan con la máxima suavidad.

 

Si necesitamos frenar, pisaremos con muchísima suavidad el pedal del freno. El ABS ayuda, pero no es un remedio infalible ante el hielo. Si en un vehículo equipado con este elemento detectamos que el pedal del freno tiembla al pisarlo, podemos apretar con firmeza, pues es señal de que está funcionando correctamente.

 

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Si el coche sobrevira, es decir, la parte trasera trata de adelantarnos, deberemos girar el volante en sentido contrario. En una curva a derechas, lo más normal es que la parte trasera se vaya hacia el exterior de la curva, por lo que giraremos el volante hacia la izquierda hasta que el coche se coloque correctamente. Una vez hayamos recuperado la trayectoria, enderezaremos el volante y aceleraremos levemente para recuperar el control.

 

En caso de que subvire o se nos vaya de la parte delantera, es decir, el coche trate de seguir recto en las curvas, lo más sencillo es levantar el pie del acelerador y abrir un poco la dirección para facilitar la recuperación de adherencia. Una vez corregido, podemos volver a dar gas suavemente.

 

 

au_r.gifSi nieva, no bajes la guardia

 

Bajo el aspecto dulce e inocente de la nieve se esconde un gran peligro, pues reduce considerablemente la adherencia de los neumáticos. Todas las recomendaciones que te hemos comentado sobre la conducción en hielo son aplicables a la nieve. La reducción de velocidad y el aumento de distancia de seguridad son imprescindibles ante esta situación.

 

 

Ten en cuenta que cuando se produce este fenómeno meteorológico se reduce considerablemente la visibilidad, por lo que resulta muy recomendable el encendido de las luces de cruce. Si la visibilidad es muy reducida deberás utilizar las luces antiniebla.

 

 

Nunca debemos parar nuestro coche en zonas donde entorpezcamos el tráfico o se pueda crear una situación de peligro, como salida de curvas.

Muchas veces las nevadas vienen acompañadas de fuertes vientos que complican aún más la conducción. Si se produce esta situación procuraremos disminuir la velocidad y sujetar firmemente el volante, corrigiendo con movimientos suaves las desviaciones de la trayectoria.

 

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Aquaplaning, “efecto spray”... ¿Sabes conducir bajo la lluvia? Los dibujos de los neumáticos, el parabrisas, los frenos... ¿Tienes tu coche a punto para lo que se avecina? Grandes charcos, riadas, tormentas eléctricas... Capea de la forma más segura el temporal.

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  • El coche...

 

Temperaturas bajo cero, zonas con hielo, fuertes lluvias, intensas nevadas... El invierno llama a la puerta y debemos adaptarnos a los fenómenos meteorológicos que trae consigo. Cambia nuestro atuendo, adecuamos nuestra conducción a las condiciones de la carretera y preparamos nuestro vehículo; él también necesita un equipamiento especial para la época más fría del año.

 

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au_r.gifRevisión completa

 

Antes de salir de viaje debemos realizar un “chequeo médico” a nuestro coche. Así, evitaremos situaciones comprometidas.

 

- Hay que revisar el nivel de líquidos (aceite, dirección, frenos...). Evidentemente, el anticongelante merece una atención especial: si es necesario, habrá que rellenarlo, aunque nunca rebasaremos el máximo indicado. Si tiene más de dos años de antigüedad, lo cambiaremos.

 

 

- Debemos llenar el depósito de combustible y procurar que se mantenga en el nivel más alto posible a lo largo del trayecto, especialmente si sabemos que hay que afrontar zonas comprometidas. Así, dispondremos de calefacción si nos quedamos atrapados.

 

 

- Los neumáticos (también hay que revisar el de repuesto) deben mostrar la presión correcta y un dibujo en perfectas condiciones, ya que ambos elementos influyen en el agarre. Si los canales tienen poca profundidad –el mínimo legal es de 1,6 milímetros- o la banda lateral está muy gastada, lo mejor será cambiar las ruedas.

 

 

- Es igualmente importante echar un vistazo a las escobillas de los limpiaparabrisas. Si su estado no es correcto o si dejan zonas sin limpiar, debemos sustituirlas por otras nuevas, con el fin de evitar contratiempos si llueve o nieva durante el viaje. Siempre es recomendable añadir alcohol al depósito del agua para evitar su congelación.

 

 

- La batería es uno de los elementos que más acusa las bajas temperaturas, pues arrancar el vehículo en invierno supone un esfuerzo extra. Si ésta tiene más de tres años, es aconsejable reemplazarla. Debemos verificar el nivel del líquido y rellenarlo con agua destilada si está bajo.

 

- Por último, revisaremos las luces del coche: todas las bombillas (cortas, largas, frenos, intermitentes…) deben funcionar de forma correcta. Los faros deben estar bien regulados y limpios para no deslumbrar a los conductores que vengan de frente.

 

 

 

Qué hacer cuando...

 

Ya hemos comprobado que nuestro coche está en perfecto estado, pero, antes de emprender el viaje, aún pueden surgir algunos “problemillas”. Aquí tienes algunas soluciones de emergencia para los más comunes:

 

 

1. La prevención es fundamental: Si el vehículo va a permanecer aparcado toda la noche en una zona de bajas temperaturas, hay que adoptar una serie de precauciones. Así, levantaremos los limpiaparabrisas, con el fin de que una posible helada no los deje pegados al cristal. También taparemos las cerraduras con cinta adhesiva y, en lugar de poner el freno de mano, insertaremos una marcha corta (primera o marcha atrás). Con esta medida, evitaremos que las pastillas de freno se queden pegadas a los discos. Si el coche está en una pendiente, es recomendable poner una cuña bajo una de las ruedas.

 

 

2. A pesar de nuestra prudencia, es posible que la cerradura del vehículo se congele. El remedio más sencillo es coger un mechero y calentar la llave, que introduciremos lentamente.

 

 

3. Existen productos especiales para limpiar los cristales helados. Si no cuentas con alguno de ellos, el alcohol de quemar es muy efectivo: rocía el parabrisas (el resultado será perfecto si tienes un bote pulverizador) y rasca con una tarjeta de crédito, con la caja de un CD...

 

 

 

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au_r.gifEl RACE recomienda

1.- Infórmate previamente del estado de las carreteras por las que vas a circular.

2.- Comprueba que llevas los elementos necesarios para caso de emergencia: triángulos, chalecos, repuestos...

3.- Limpia correctamente ventanillas y espejos, circula con las luces encendidas y coloca las salidas de aire interiores hacia el parabrisas y ventanillas, evitando así el empañamiento.

4.- Anticipa mucho la frenada: ten en cuenta que, con nieve, la distancia de detención se multiplica.

5.- Evita brusquedades al volante, conduce con suavidad y sigue las rodadas de los vehículos.

6.- En caso de parada, reemprende la circulación en una marcha larga.

7.- Ten cuidado con la altura de los bajos del vehículo, ya que pueden existir posibles irregularidades del terreno que permanecen ocultas bajo la nieve.

8.- Si aparecen placas de hielo, evita utilizar el freno, sobre todo si el vehículo no equipa un sistema antibloqueo.

9.- Utiliza los sistemas de retención en el interior del vehículo: aumenta el riesgo de pérdida de control del vehículo y posible colisión.

10.- La fatiga es más habitual, ya que tenemos sobrecarga de atención cuando conducimos bajo condiciones climatológicas adversas. Descansa cada dos horas.

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  • La Carretera...

 

Conocer el estado de las carreteras es fundamental antes de emprender la marcha, especialmente si es la primera vez que vamos a ir a un sitio o si no estamos familiarizados con el recorrido. En la web de la Dirección General de Tráfico (DGT) encontraremos información detallada y actualizada sobre la circulación en las vías de la geografía española.

 

El portal del Instituto Nacional de Meteorología nos ofrecerá la previsión del tiempo y el estado de los puertos de montaña: si las condiciones climatológicas son muy adversas, es aconsejable no viajar por la noche.

 

 

Encontrarás los enlaces a estas páginas más abajo. Si lo prefieres, aquí tienes una serie de teléfonos que pueden resultarte muy útiles:

 

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DGT: 900 123 505

Instituto Nacional de Meteorología: 807 170 365

Información del Tráfico Movistar: 505

Información del Tráfico Vodafone: 141

Información del Tráfico Amena: 2211

 

Debemos preparar el itinerario que seguiremos con mucha atención e, incluso, determinar un recorrido alternativo, por si encontráramos alguna carretera cortada. Si disponemos de navegador, el equipo determinará cuál es la mejor ruta, teniendo en cuenta los parámetros que hayamos indicado (autopistas de peaje, vías secundarias, estado del tráfico...). Si no contamos con este dispositivo, podemos organizar nuestro trayecto en alguna página web, como Terra Callejero, Mappy.com o Viamichelin.com. En cualquier caso, siempre es conveniente llevar un mapa en el coche.

 

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Al fin, llega la hora de ponernos en marcha. La prevención y el sentido común, que deben estar siempre presentes en nuestra conducción, tendrán que extremarse cuando la climatología sea adversa. Habrá que adecuar la circulación a las condiciones del tráfico y de la vía. Cuando aparezca la lluvia, la nieve o el hielo –agentes que reducen la adherencia de los neumáticos sobre el asfalto-, evitaremos los movimientos bruscos al volante y reduciremos la velocidad hasta que se pueda garantizar una marcha sin riesgos. Éstos son algunos de los consejos más generales, pero cada fenómeno meteorológico lleva asociado una serie de actitudes al volante.

 

 

  • Cómo conducir con...

...lluvia

 

Este agente reduce notablemente la visibilidad, por lo que el buen estado de las escobillas de los limpiaparabrisas será nuestro mejor aliado. Debemos evitar “pegarnos” al vehículo que llevamos delante, para que la lluvia pulverizada y sucia que arrojan sus neumáticos no aterrice en nuestros cristales. A la hora de adelantar, los limpiaparabrisas deben funcionar a la máxima velocidad.

 

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El “aquaplaning” es un peligroso efecto asociado a la lluvia; aparece cuando hay una concentración de agua en la calzada y los dibujos de las ruedas no pueden evacuar el líquido que hay en la carretera. El vehículo pierde tracción y es muy difícil mantener el control del coche. En este caso, hay que levantar suavemente el pie del acelerador y sujetar el volante firmemente, para intentar que la trayectoria se mantenga. Cuando notemos el deslizamiento del automóvil, debemos resistir la tentación de pisar el freno: si lo hacemos, lo más probable es que empeoremos la situación y perdamos estabilidad.

 

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Cuando llueve y hace frío, la diferencia de temperatura entre el exterior y el interior del coche provoca que los cristales se empañen. La recirculación del climatizador o del aire acondicionado acabarán con el poco deseable vaho.

 

...niebla

 

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También provoca una importante pérdida de visibilidad y humedece el asfalto. Ante este agente meteorológico, aumenta la distancia de seguridad con el coche que te precede y pon las luces antiniebla. Recuerda que las traseras son muy molestas para el resto de los conductores: desconéctalas en cuanto no sean necesarias. En la mayoría de los casos, las luces de cruce son suficientes para afrontar un tramo con niebla; las largas crean un “efecto halo” (la luz rebota y no nos permite ver la carretera) bastante incómodo.

 

...hielo

 

Estamos ante el mayor enemigo de la seguridad en la conducción. Si encontramos una placa de hielo, no habrá excusas: llevaremos el coche suavemente, en marchas largas, e intentaremos pisar el freno lo menos posible (sobre todo, si no disponemos de ABS). Lo más recomendable es levantar el pie del acelerador; si hay que frenar, el vehículo puede sobregirar –la zona trasera tratará de “adelantarnos”-, por lo que tendremos que estar atentos para corregir este comportamiento con el volante. Debemos girar sin ademanes bruscos hacia la misma dirección que haya adoptado la zona trasera de nuestro automóvil, mientras pisamos suavemente el acelerador para ganar tracción.

 

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Las heladas suelen producirse a última hora de la noche y a primera hora de la mañana. Las zonas sombrías son especialmente peligrosas, ya que pueden ocultar placas de hielo.

 

 

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...nieve

 

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Proporciona algo más de agarre que el hielo, pero debemos adoptar las mismas precauciones: circular con suavidad, abordar las curvas a baja velocidad y no realizar aspavientos con el volante serán nuestras máximas.

 

El efecto de la nieve en el neumático es muy similar al del barro. El neumático debe penetrar en la parte blanda para encontrar una superficie dura debajo. Cuanto más anchos sean los neumáticos de nuestro vehículo, menor superficie de contacto con el asfalto tendremos y, por lo tanto, peor será la adherencia. No conviene desinflar los neumáticos, pues aumentará la superficie de rodadura y, en consecuencia, no se clavarían los neumáticos en la nieve para llegar a tocar con el asfalto.

 

Si vamos a realizar muchos recorridos por zonas con nieve, lo más recomendable es montar neumáticos de nieve de la misma medida que recomienda el fabricante para uso normal. Las cadenas son el mejor remedio para situaciones puntuales, pero hay que saber ponerlas. No está demás practicar de vez en cuando en el garaje para adquirir práctica sin pasar frío.

 

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Por extraño que parezca, en zonas con mucha nieve sobre la calzada también podemos ganar agarre desconectando el control de tracción. Si no lo hacemos, el sistema podría “volverse loco”: al acelerar se produce pérdida de tracción, por lo que el dispositivo aplica el freno en las ruedas que pierden adherencia. El sistema se encuentra acelerando y frenando a la vez, con lo que los frenos se calientan y el coche no logra alcanzar su objetivo: avanzar. Lo mejor es acelerar con mucha suavidad en marchas más largas, como segunda o tercera, para salir desde parado.

 

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Si hay poca nieve, resulta aconsejable seguir las rodadas que otros coches hayan hecho previamente. Cuando haya mucha, será mejor abandonarlas y circular sobre la nieve sin pisar. En este caso, habrá que prestar especial atención a los bajos del vehículo; si la nieve se acumula, puede causar un daño grave al coche.

 

Afrontar una cuesta o una pendiente nevada es una tarea ardua. En las subidas (y sólo cuando no estemos en una carretera abierta: la rampa de un garaje, por ejemplo), podemos intentar subir marcha atrás, siempre que el modelo sea de tracción delantera. El peso recaerá sobre el eje frontal, aumentando la adherencia. En las bajadas, lo mejor será ir en marchas cortas y pasar por zonas de nieve que no haya sido pisada.

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  • Un conductor preparado

El coche tiene todo lo necesario contra el frío y ya sabes cómo actuar ante las inclemencias del tiempo; pero ¿llevas todo lo que necesitas? Tú también tienes que equiparte y estar preparado para el viaje.

 

- Un teléfono móvil con un cargador para el coche es imprescindible: podremos pedir ayuda en caso de avería de forma cómoda y sencilla. Mientras esperamos a que llegue la asistencia, debemos permanecer dentro del vehículo y encender el motor de cuando en cuando, con el fin de que la calefacción mantenga caliente el habitáculo. En esta situación, siempre vendrán bien unas barritas energéticas, frutos secos y una botella de agua.

 

- Una manta, unos guantes, una linterna y cartones pueden sacarnos de más de un apuro. Nos facilitarán el trabajo de montar o desmontar las cadenas, por ejemplo, o el de revisar los bajos del coche. Con el cartón, evitaremos mojarnos o manchar la ropa.

 

- Cables de batería: se conectan al acumulador de otro vehículo y permiten arrancar el coche que falla. No está de más llevarlos incluso en verano.

- Ni que decir tiene que debemos contar con todos los elementos de emergencia a los que obliga la ley: chalecos reflectantes, triángulos, luces de repuesto...

 

 

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au_r.gifEn caso de emergencia...

Asistencia en carretera:

ADA: 91 519 33 00

Protección Civil: 91 537 31 00

Ayuda General: 91 364 38 38

DYA: 943 46 46 22

CEA: 902 303 304

RACC 902 106 106

RACE: 902 300 505 Emergencias: 112

Cruz Roja: 91 335 45 45

Guardia Civil: 062

Policía Nacional: 091

Policía Municipal: 092

Mossos d’Esquadra: 088

Ertzaintza: 088

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