A mi me pasa al revés, que duerme en garaje mientras curro (y no viajo) y a la noche en el garaje de las estrellas. Más miedo me da encontrármelo desvalijado que quemado. Pero en cualquier caso, cuando son hechos fortuitos, nada hay que hacer. Bastante desgracia será, para el vecino cuyo coche ha tenido una avería y armado ese marrón, además de quedarse sin coche, saber que ha jorobado, sin quererlo, gente de su escalera con la que tendrá que convivir a diario.
Porque siempre hay algún vecino reventado que pensará que los astros se han aliado contra él para que su coche se le quemase ese día y a esa hora, y el propietario del coche donde se ha originado el fuego ya está condenado a ser un cab**n de por vida..
El del ensanche de nochebuena fue mucho más grave. Eso sí, tras la reforma el parking ha quedado de maravilla. Antes del incendio parecía una gruta que daba miedo entrar...
Un saludo