Bueno,pues comento mi experiencia. Yo vengo de un Citroën Xsara y he pillado hace muy poco el 1.6 TDI con cambio DSG. Me daba miedo la sensación de no ser yo quién controlase cómo de revolucionado va el coche, no poder usar el freno de motor, etc., como todos. Empecé a usar el DSG sólo en automático y las primeras sensaciones es que llevas el coche muy poco revolucionado, mucho menos que con el Xsara en mi caso. No me terminaba de convencer el cambio a la hora de frenar: si por ejemplo vas en 6a y llegas a un cruce, no reduce de marcha hasta que casi estás parado, lo que te obliga a usar el freno más de lo que estaba acostumbrado. A partir de ahí me empecé a familiarizar con las levas para reducir marcha antes de llegar y le fui cogiendo el truco. Reduces, luego un toquecito a la palanca y vuelves al modo manual. El modo sport lo he usado sobre todo para adelantamientos y para subir algún puerto y se nota un montón, se convierte en otro coche con una respuesta mucho más rápida. Poco a poco vas combinando modos de conducción, usando levas en automático, modo manual con la palanca, reduces, pisas, leva arriba, palanca abajo, te vas adaptando al cambio, a sus posibilidades, te vas divirtiendo más, lo disfrutas... Y de repente te das cuenta de que no hay vuelta atrás. Te has enamorado. Enviado desde mi MI 5 mediante Tapatalk